Dentro de las canciones que ha enviado España al festival de Eurovisión en los últimos años, esta es mi favorita sin ninguna duda. Además, la canción fue al festival en la época que más lo seguía, tras los dos primeros años en los que había visto que ganaba Irlanda (el año 92 tampoco lo seguí demasiado).
Anabel Conde no era muy conocida en aquella época (1995) y realmente nunca lo ha sido. Sólo se ha dado a conocer al gran público prácticamente con esta canción que fue al festival y poco más se supo de ella. Ahora creo que leí que estaba en un orfeón, pero no lo puedo confirmar totalmente.
La canción destaca sobre todo por la voz que derrocha Anabel. Hay dos momentos de la canción en los cuales tiene que elevar la voz hasta un punto en el que fácilmente puede poner los pelos de punta. Pocas personas serían capaz de cantar bien esta canción, que además convenció bastante aquella noche del festival, donde consiguió una excelente segunda posición, que es la mejor que yo he visto desde que veo el festival para nuestro país. Los ganadores de aquel año también los pondré esta semana por mi blog.
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